En los últimos años, ha circulado un discurso errónea sobre el color del salmón de cultivo, afirmando que su tonalidad se adquiere de manera artificial. Por ello, es crucial entender su verdadero proceso de pigmentación.
Inicialmente en su etapa de desarrollo, el músculo del filete de salmón tiene un tono blanco. Sin embargo, su tonalidad anaranjado característico se debe a la astaxantina, un pigmento natural presente en su dieta, la cual se obtiene a través del consumo de variados crustáceos altos en este compuesto.
¿Qué es la astaxantina?
Es un carotenoide con un poderoso antioxidante también conocido por sus beneficios en la salud y fundamental tanto en la coloración como en la protección de las celulas esenciales del salmón.
Un estudio publicado en Aquaculture Nutrition subraya que este compuesto no solo mejora la pigmentación, sino que fortalece el sistema inmunológico del salmón.
En el cultivo, los salmones no se encuentran en su ambiente natural, por lo qje no pueden alimentarse como lo harían en estado salvaje. Por lo mismo en acuicultura, los salmones cultivados son alimentados con una dieta especialmente formulada para optimizar cada etapa productiva.
Este compuesto que se añade en su alimentación, está regulado por normativas vigentes en Chile.
En conclusión, el color que conocemos y apreciamos del salmón no es artificial. La astaxantina utilizada en la acuicultura iguala un proceso natural que ocurre en la vida salvaje, asegurando tanto la salud y bienestar de los salmónidos.
