Cuidar la salud animal es parte del proceso de producción de todas las proteínas de origen animal, y el cultivo de salmón no es la excepción. Los salmones son seres vivos y como tales se debe resguardar su bienestar y hacerlo de manera adecuada para producir proteínas saludables. De hecho, el cuidado sanitario es uno de los principales desafíos que enfrenta la salmonicultura global.
En Chile, la enfermedad denominada SRS o Septicemia Rickettsial Salmonídea es la causa de más del 95% del uso de antibióticos. A diferencia de lo que ocurre en el hemisferio norte, donde las enfermedades son mayoritariamente virales y no se tratan con antibióticos, en Chile existen condiciones oceanográficas y biológicas que favorecen el SRS, el que se controla con distintas medidas preventivas, siendo la última instancia de control el uso de antibióticos.
Las empresas salmonicultoras velan por el buen estado sanitario de los peces a través de un mayor uso de vacunas en la fase de agua dulce para prevenir las enfermedades en la etapa posterior de engorda en el mar, así como aportando la mejor nutrición y dietas funcionales que aumentan la respuesta del pez, y con prácticas enfocadas en cautelar el bienestar animal como reducir los manejos sobre los peces para disminuir el estrés y así evitar que contraigan enfermedades.
Actualmente, las empresas están trabajando activamente para cuidar la salud de los peces a través de mayor investigación e innovación buscando nuevos caminos para fortalecer la salud de los peces frente a enfermedades. Además, se preocupan constantemente de tener una buena gestión productiva y sanitaria, incluyendo el estudio de la mejor genética y la elección de la mejor nutrición disponible.
“Sabemos de la importancia que este tema representa y por lo mismo, seguiremos trabajando intensamente para cuidar la salud de los peces y optimizar el uso de antibióticos” Joanna Davidovich. Directora ejecutiva
Es importante señalar que el salmón es considerado una de las proteínas más saludables y su consumo es seguro, lo que es avalado por la regulación nacional y los múltiples mercados internacionales a los que se exporta el salmón chileno, que imponen altos estándares al producto.
Actualmente los antibióticos se utilizan sólo ante enfermedades (no se utilizan con fines preventivos) y es exigencia tener una prescripción de un Médico Veterinario con las dosis adecuadas, las que son informadas siempre al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA). Por ende los antibióticos son de uso veterinario, autorizados por el SAG y de acuerdo con los lineamientos de SERNAPESCA. A esto se suma que antes de ser cosechados, los salmones pasan por un período de carencia para la eliminación de los antibióticos de sus tejidos y son examinados en laboratorios para garantizar su inocuidad.
La salmonicultura chilena adhirió al Seafood Watch for Aquaculture (SWA) del Monterrey Bay Aquarium y su programa especial para Chile, el CSARP (Chilean Salmon Antibiotic Reduction Program). El Consejo del Salmón formalizó su ingreso a mediados de 2021. Si quieres saber más ingresa a https://www.consejodelsalmon.cl/consejo-del-salmon-sella-alianza-con-monterey-bay-aquarium-y-su-programa-de-reduccion-de-uso-de-antibioticos/
Además, están aumentando sistemáticamente los centros de cultivo que obtienen ASC (Aquaculture Stewardship Council), una de las certificaciones de mayor prestigio para la industria acuícola a nivel mundial, la que establece estándares que buscan aumentar la disponibilidad de productos del mar cultivados de manera responsable y gestionar eficientemente los principales impactos ambientales y sociales de la industria. ASC, dentro de sus estándares, permite el uso de fármacos y establece límites de tratamientos a los peces en los ciclos productivos, porque entiende que parte de la producción de proteínas animales requiere cuidar su bienestar frente a enfermedades.
El informe de 2023 marca un hito en la transparencia de la acuicultura en Chile, incluyendo por primera vez datos sobre el consumo de antimicrobianos en centros de ciclo cerrado, abarcando ciclos de engorda de salmónidos que completaron su operación durante el año. Esta información, detallada por empresa y agrupación de concesiones (ACS), cumple con la Ley 21.532 y establece un nuevo estándar para la industria de la salmonicultura.
Otra novedad destacable es la reducción del 40% en el índice de consumo de antimicrobianos (ICA) en comparación con el informe de 2022, marcando la mayor disminución registrada en la última década. Esta baja se observa especialmente en las regiones de Aysén y Los Lagos, así como en las especies de salmón del Atlántico y salmón Coho.